Hola soy Concha. Os cuento. Hoy he recibido una llamada que esperaba no recibir nunca. Mi hijo, Armando, ha muerto. Me han dicho que ha sido un accidente de tráfico. Nunca perdoné a mi hijo por meterme en una residencia, y creo que no me arrepiento de no haberle perdonado. Nos vemos.
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